«Hace rato que vengo mirandote [...]. Espiandote, para ser mas precisa».nbsp;Julia escucha en un bar a una vieja que la abordo en la calle y dice ser su abuela. Siempre tuvo dudas sobre su propio origen y Griselda ahora le revela su verdadera historia. Muy pronto entendera que detras de esa apacible anciana hay mas de lo que dice. Los lectores, con ella, empezaran una inmersion sin pausa en un territorio de horror multiforme que, en la repeticion de la tortura y la muerte, replica los gestos sangrientos de la dictadura militar. Una trama labrada con excelencia que repasa los años 60 y 70 con los recursos del terror y del gore y que deslumbra con su maestria y agudeza.